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Pórtugos pueblo de antiguos tinaos
donde el “kiosco” el Chorrerón es lugar de paso y reunión.
Cuando la zorra explota, hasta en el mismo “Graná” se nota.
Nuestros rico Jamón te producirá gran satisfacción
De ricos afluentes nacen nuestras maravillosas fuentes.
Cuando La Virgen del Rosario y de las Angustias salen en procesión, todo el mundo quiere tocar su mantón.
Lleno de bonitas y antiguas casas muy bien cuidadas.
Fuente Agria famosa por sus aguas.
En la parva todos comen el rico puchero pensando que sin el se quedarán.
Semana cultural, con bailes y teatros buen rato pasarás
Paseando por sus calles puedes ver todos sus detalles.
Suenan las campanas a las doce anunciando que comienza la mañana.
Niñas y Niños de Guadalinfo.
Pórtugos 2007
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Un cántico a nuestro pueblo, los adultos ofrecemos
esperamos que os guste, pues con ilusión lo hacemos.
Pequeño y hospitalario, tan coqueto y tan tranquilo,
palomas blancas colgadas de las fachadas racimos.
Centenares de macetas sus callejuelas adornan, tinaos
y pasadizos de colores y olores se colman.
Será el jamón y el agua ¡No sé que es lo que tiene!
Que todo el que va retorna y el que no lo conoce viene.
En la junta de los ríos, una hermosa cascada hay,
cuya brisa refrescante pocede de la nevada.
A una era centenaria los mulos traen la barcina para celebrar la parva ¡Nostalgia de aquellas trillas!
En la plaza de churriana, vierte el llanto el lavadero por
la cruz de los caídos la fuente por su recuerdo.
¡Vamos a la Fuente Agria! ¡Pórtugos lindo paseo!
Donde se apareció la virgen, pidiendo un deseo.
¡Señora de las Angustias! ¡Que precios en la ermita está!
Entre oros y castaños cantándole el agua va.
Ensombrecido el chorrerón con destellos de colores,
Y el agua burbujeando que brilla como mil soles.
Numerosas escaleras que suben al merendero
De gran verdor adornadas descanso del viajero.
Y aquí la visita se acaba por sus raíces moriscas
Pórtico: lugar de paso, y de sus gentes sencillas.
Escuela de Adultos de Pórtugos
El Tesoro del Molino del Sol
Cuando yo era pequeña en mi barrio, nos reuníamos las tardes de verano, y los mayores nos contaban muchos ccuentos. Recuerdo con mucho cariño uno que era de Boabdil.
Empezaba así:
Boabdil tenía una sobrina más linda que el sol y más hermosa que las estrellas. Era su sobrina a la que más apreciaba y quería.
Como ella era tan guapa no la quería dejar salir de los jardines de la Alhambra, porque todo caballero que la veía se enamoraba de ella.
Ella sabía que la corte de su tío la tenía vigilada, se puso de acuerdo para salir con un paje de la corte. Un joven muy guapo y apuesto.
Ellos se veían en secreto hasta el punto que lo que era una broma salio deberás. Se enamoraron y todos los días se tenían que ver, pero eso sí siempre de noche. Pues cierto día pensaron en escaparse y sin decir nada y así lo hicieron. Este paje ya tenía pensado donde tenía que ir, para escapar de Boabdil.
Prepararon ropa y comida para el largo camino y este pidió permiso a Boabdil para hacer un viaje a las Alpujarras.
En aquellos tiempos venir a las Alpujarras, era muy peligroso. Pero lo que Boabdil no sabía es que ese joven tan guapo rapto a su sobrina. Cuando su tío vio que su sobrina no estaba, mando bando de su corte en la búsqueda de su sobrina y del joven, pero nada se pudo hacer.
En esos tiempos los caminos eran peligrosos, y cuando se hacía de noche no se podía seguir. Pues así se aburrieron los bandos que salieron al encuentro de aquellos enamorados. Retrocedieron a la Alhambra, y cuando Boabdil supo la noticia se puso muy triste y mando poner crepones negros por toda la Alhambra. Ya no los buscaron más pensando que ellos habían muerto.
Pero como el amor todo lo puede, estos jóvenes después de pasar muchos sufrimientos llegaron un día a un molino, este molino esta en Pórtugos y se llama El Molino el Sol. Ese día era gris y lluvioso y tocaron en la puerta.
En ese molino vivían unos ancianos que no tuvieron hijos, y claro se lo pensaron antes de abrir la puerta muchas veces, porque ellos cuando se hacia de noche tenían mucho miedo. Porque a ese lugar habían llegado muchísimas personas que buscaban el tesoro de los moros , que se esconde en un lugar de ese molino. Pero claro que los jóvenes insistían y volvían a tocar, y los ancianos llenos de miedo miraron por las rendijas de la puerta, y vieron a unos jóvenes a lomos de un caballo blanco y a ellos con traje de tierras lejanas, y pensaron que serian buenos y les abrieron.
Y al día siguiente hablaron largo rato y los viejecillos los adoptaron y vivieron los cuatro juntos hasta que los jóvenes tuvieron hijos, que a la vez eran sus nietos.
Un día sin pensarlo los niños corrían por el molino y tuvieron la suerte de dar con una buena parte del tesoro. De esto han pasado muchos siglos y aún dicen las gentes de ese lugar que existe el tesoro, el mas grande que todavía no han tenido la suerte de encontrar y que se oyen las risas y correteos de aquellos niños y jóvenes todavía en ese molino, Molino el Sol.
María Pérez Martín
